“THE TABERNACLE”

Este señor barbudo y coronado en la imagen de la anilla es Haile Selassie. Su nombre original era Tafari Makonnen y nació en Etiopía, en 1892. Es extenso y accidentado el relato de este personaje, pero el resumen apretado lo identificará: fue militar activo en combate, obtuvo cargos de poder político y el título de Ras o príncipe, por lo que se llamó Ras Tafari. Participó en la conspiración que derrocó al emperador Iyasu en 1916 y fue regente del país durante algunos años en los que, como otros, prometió erradicar la esclavitud, cosa que haría más bien tarde. Tras algunas revueltas militares, en octubre de 1928 fue nombrado emperador y coronado definitivamente “rey de reyes de Etiopía” (Negus Nagast) en 1930 y a partir de entonces se le llamó Haile Selassie. El último monarca etíope vivió hasta 1975 y pese a que en la práctica su gobierno no parece haber sido precisamente una bendición para el pueblo, Selassie –quien afirmaba ser descendiente directo de la reina de Saba y del rey Salomón- fue “adoptado” por el movimiento Rastafari como una divinidad encarnada y fue adorado como tal en vida.

¿Y a qué refiere el nombre Tabernáculo? Para los antiguos judíos era una especie de templo móvil para adorar a Dios. Y de acuerdo a las tradiciones judías y cristianas, en ese lugar se guardaba el Arca de la Alianza, el cofre que contenía las piedras en las que Dios entregó a Moisés los 10 mandamientos.

¿Qué tiene que ver todo esto con el tabaco? No lo sé. Pero Nicholas Melillo, el gran jefe de Foundation Cigar, lo encontró apropiado para relacionarlo con este cigarro al que califica de “ultra premium” y que para él expresa su amor por la capa Connecticut Broadleaf, a la que considera como “algo sagrado”.

Melillo se trasladó a la nueva tierra prometida del tabaco: Estelí, en Nicaragua. Y encomendó al maestro A.J. Fernández la gestación de su criatura. Así, concibieron el que es sin duda un gran cigarro, con la capa preferida de Melillo, un capote San Andrés mexicano y una tripa en la que se juntan hojas hondureñas y nicaragüenses de Estelí y el Valle de Jalapa.

Gracias al amigo Javier Blanco Urgoiti, que es quien me ha regalado esta preciosa anilla para mi coleccion.